Dejamos el videochat porque todos nos pedían sexo anal

Al principio, cuando nos apuntamos al videochat porno, nos sentíamos en el paraíso. Ganar dinero por tener sexo frente a la webcam era una pasada, y nos pasábamos horas follando encantados de la vida. Todo era nuevo, y cada experiencia distinta la celebrábamos. Nuestros primeros desnudos fueron la hostia. A mi novio le excitaba mucho que me desnudara frente a otros. Las veces que me pedían que le chupara la polla eran innumerables, y follábamos varias veces al día. Lo malo es que desde que accedimos a tener sexo anal por primera vez, los tíos nunca se detuvieron. Todos querían ver como mi novio me rompía el culo en todas las posturas, y muchos me hacían chuparle el culo a él y hasta meterle los dedos. Cuando empezaron a insistir con que lo penetrara analmente, decidimos alejarnos. Yo ya tenía el culo escocido, y él no quería saber nada con que lo enculara frente a otros hombres.

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