La putita cuatro ojos me enseñó sus hermosas tetas

Esta putita gafuda me estaba poniendo a mil por hora. Con sus gafas de empollona cuatro ojos, me estaba desafiando a intentar conseguir que me enseñara algo más de su hermoso cuerpo, y sus tetas, enormes a simple vista aunque estuviera vestida, se convirtieron en mi objetivo principal. La verdad es que tuve que esforzarme y trabajar bastante para lograr que me las enseñara, pero al final lo conseguí. La guarrilla se levantó la camiseta y me dejó ver sus hermosas y grandes domingas en todo su esplendor. A los pocos segundos se cubrió y ya no volvió a enseñármelos, pero ya no hacía falta. Ya me había corrido en cuanto vi esos melones por primera vez.

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